en la otra orilla de la noche
el amor es posible
-llévame-
llévame entre las dulces sustancias
que mueren cada día en tu memoria.
(Alejandra Pizarnik)

I

En la otra orilla de la noche
-o del sueño-
hundiendo los pies en la frialdad
de los deseos que pedimos
y que sabemos que no serán concedidos.
Rodeada del silencio neutro
que entremezcla ausencias con recuerdos.
Miedos y reproches que se amontonan
por toda la casa
escondidos en las habitaciones que nunca te enseño;
por miedo a perder lo que tengo,
por miedo a descubrir que todo es mentira;
que nada era cierto
cuando decías que me querías
y yo quería creerlo.

(y como en los cuentos,
recuerdo las palabras mágicas
-pronunciadas casi sin darte cuenta-
y todo brilla con colores tiernos.
y sé que no podría no quererte como te quiero)